La Carta Nacional para la Protección de la Infancia y la Juventud es un documento histórico anunciado por la Conferencia Episcopal de Estados Unidos en 2002. El documento es una respuesta a la crisis de abusos sexuales en la Iglesia y es su “Promesa de proteger, promesa de curar”.
El artículo 12 de la Carta ordena que todas las diócesis y eparquías establezcan programas de entorno seguro para ayudar a proteger a los niños de los abusos sexuales y el acoso infantil. Dejará claras al clero y a todos los miembros de la comunidad las normas de conducta para el clero y otras personas en puestos de confianza con respecto a los abusos sexuales. Sus cuatro áreas de interés son las siguientes
- Promover la curación y la reconciliación con las víctimas supervivientes de abusos sexuales
- Garantizar una respuesta eficaz a las denuncias de abusos sexuales a menores
- Garantizar la responsabilidad de nuestros procedimientos
- Para proteger a los fieles en el futuro
Esta directriz es la base del programa de entorno seguro de la Oficina de Protección de Menores de la Diócesis de Orange.